RESEÑA: Epidemia
Si no supiera cómo se está llevando a cabo la situación respecto al COVID-19 en Estados Unidos, probablemente esta película también me la hubiera creído.

Título original: Outbreak.
Dirección: Wolfgang Petersen.
Año de estreno: 1995.
Género: Acción.
Duración: 2h, 8min.
Como teníamos la tarde libre, mi padre decidió que sería buen momento para ver una película de Netflix, y al buscar entre el catálogo encontró esta. La verdad es que tenía mis dudas, pero insistió lo suficiente como para terminar poniéndola. Y la verdad es que me gustó. Lo admito, no es perfecta, pero siendo honestos no esperaba demasiado de una película cuyo plot es la propagación de un virus africano en una comunidad estaounidense.
Eso sí, que el elenco me ha parecido de calidad. ¿Un poco demasiado para dicha trama? Puede ser, pero al final son actuaciones buenas que dejan una sensación de satisfacción. La película, pues, comienza con un bombardeo en una colonia del Zaire a manos del ejército de Estados Unidos, más específicamente, orquestado por Billy Ford (Morgan Freeman). Esto con el objetivo de erradicar un virus con letalidad del 100% en un tiempo muy corto.
Treinta años después, a causa de una nueva epidemia, Sam Daniels (Dustin Hoffman) viaja a la misma zona y recoge una muestra de las víctimas para poder analizarla. Daniels es miembro del ejército y resulta ser amigo íntimo de Ford. El personaje de Hoffman trabaja en la zona relacionada con el control y descubrimiento de enfermedades, y por otro lado, sigue afrontando el divorcio recién ocurrido con su exesposa Robby (Rene Russo).
Sin embargo, la cosa no queda ahí. Es en Zaire que un grupo contrabandista captura un espécimen de la región, un animal. A ver, que no hay que ser experto para saber que dicho animalito será nuestro personaje rebelde y problemático... en su defensa, ¿quién le manda a esos captores a meterse con su especie?
Así que el huesped llega a manos de un vendedor, y de ese a otro, y así sucesivamente. Uno se queda esperando el momento en el que ocurra el primer contagio, y este llega después de media hora de haber comenzado la película. Es curioso, porque realmente la historia transcurre sin pesadez, sino que mantiene los picos de interés en diferentes aspectos. Es entonces cuando el paciente cero, poco después de deshacerse del huesped, empieza a presentar síntomas.
Claro que sin han visto más películas relacionadas podrán identificar potenciales enfermos antes de que se presente el primero. En ese aspecto sí me ha parecido un poco predecible, pero cómo mantener el interés si no es provocando la intriga en el espectador acerca de cómo o cuándo caerá la primer víctima. Así que, al final, claro que una cosa lleva a otra y Robby, la ex esposa del protagonista, termina enterándose del brote y haciendo alianza con Sam para erradicar la infección. Porque, como no podía ser de otra forma, el virus se expande y cada persona de este pequeño pueblo cerca de la costa oeste termina infectado.
En este momento, Sam, Robby, Casey (Kevin Spacey) y Salt (Cuba Gooding Jr.) trabajan buscando esa cura, realizando una investigación en los antecedentes del paciente cero, Jimbo (Patrick Dempsey) y encontrando la relación con los habitantes del pueblo. Lo interesante de esto, es que parecen no pasar los días, porque a saber, pero ninguno de los pacientes se declara muerto en las dos horas de la película... Al menos, no más allá de los únicos tres que propagan el virus llamado motaba.
Así corre el filme, entre la investigación para encontrar al huesped y una red de secretos militares de los que Sam no está ni enterado, pero que al final termina descubriendo junto con la solución que el Presidente planea otorgarle a la población infectada. Eso es lo que a mí me ha parecido interesante: Sam no solo debe avanzar para encontrar al huesped que porta el motaba, sino que además se trata del virus motaba que supuestamente fue erradicado por Ford treinta años atrás.
Entre traiciones, secretos, intrigas, miedo y una carrera contrarreloj, Sam parece tener al mundo en contra cuando la mitad de su equipo se ve en peligro. El general debe hacerse cargo y salvar a los habitantes no solo del virus, sino de una destrucción masiva. Venga, que les digo que esta película tiene bastantes puntos buenos. Las actuaciones del elenco te mantienen al filo, además de que personalmente tenía años sin ver una interpretación de Cuba Gooding Jr.
Eso sí, que ya veíamos venir el final feliz. Sin embargo, la forma de conseguirlo... bueno, pudoo ser mejor. A ver, que siendo un soldado del ejército estadounidense, obedeces las órdenes de tu superior, ¿no? Personalmente, siento que el discruso humanizador estuvo de más. ¡Dios, señores, que son soldados! ¿Y los golpes dónde están? Sin embargo, al final el bien triunfa sobre el mal en todos aspectos, dándole a ciertos personajes su merecido.
Con todo y los spoilers accidentales de mi padre, Epidemia entretiene bastante. Acción, escapes, traición, sangre, el clásico romance y una misión contrarreloj. Una buena forma de pasar el tiempo, aunque no tanto para repetirla hasta dentro de un buen rato. ¿Lo mejor para mí? Sin duda el elenco. Con caras reconocidas en todos lados, me alegraba tener personajes que no fueran solamente relleno. ¿Lo peor? Ugh, la arrogancia americana de creer que pueden tomar situaciones así con el control adecuado. ¡Vamos, señores, que querían quedarse con el virus, ustedes están locos!
¿Deberían verla? Sí. Sí deberían.