¿Cómo escribir una reseña literaria?
En este artículo verán cómo realizar una reseña literaria. Pues vale, que antes de entrar de lleno en estas, hay que ver cómo se llevan a cabo. Espero que esto les pueda servir no solo para conocer dicha información, sino para el momento en el que ustedes quieran escribir una propia, sepan cómo hacerlo.
¿Qué es una reseña literaria?
Primero, es necesario definir la reseña como tal. Se trata de un breve texto que se compone de una valoración personal sobre un texto literario, ya sea un libro, una obra de teatro o alguno dentro del género. Este tipo de ensayos pretenden informar a un público determinado sobre un tema en específico.
Algunos autores dicen que la reseña puede ser de extensión libre, y otros, en cambio, exponen que su realización puede no ser sencilla debido a que debe limitarse a dos o tres páginas (lo que me recuerda a la reseña de once páginas que hice en secundaria de Harry Potter y La Cámara de los Secretos, ups). Es importante aclarar que la reseña debe atrapar al lector e incitarle a terminar de leer desde que comienza la primera línea.
Es decir, que es recomendable hacer una introducción llamativa y no ir directamente a la crítica. Además de eso, el cuerpo de la misma debe ser descriptivo. Por otro lado, la argumentación de los juicios que se están haciendo del recurso (es decir, del libro, guión u obra) deben ser argumentados; o sea que no se vale decir que es un mal libro sin más: es necesario explicar, desde el punto de vista del autor, por qué es un mal libro o en dado caso, por qué es un buen libro. Las argumentaciones propias es lo que le da peso a la reseña.
Pasos para realizar una reseña
Cabe aclarar que existen muchas formas de realizar una reseña. Algunos autores incluirán datos sobre el autor, explicación del título de la obra, una contextualización de la época en la que fue escrita y demás. Sin embargo, aquí nos remitiremos a los pasos para planear una reseña y, posteriormente, a los pasos para escribirla. Lo primero es realizar un trabajo de investigación y comprensión del texto que se quiere reseñar; para eso, se lleva a cabo lo siguiente:
- ¿Qué quiere decir la obra y cómo quiere decirlo? Esto funciona para saber el contenido del texto. No se trata solo de lo que viene escrito, sino de las intenciones implícitas plasmadas por el autor.
- Por lo tanto, la lectura no debe ser simplemente por entretenimiento, sino que debe realizarse de forma analítica y crítica; hay que "buscar los secretos escondidos en sus palabras".
- ¿Cuál es el propósito de realizar la reseña? Se debe tener claro el objetivo con el que se está escribiendo, pues si no se tiene bien definido será más complicado terminar el trabajo.
- Una vez el texto haya sido leído y comprendido, se puede realizar una ficha de lectura para poder organizar la información. Algunos datos que puede contener son la época en la que se publicó, la información del contexto de dicha época y los datos bibliográficos.
- Es importante tener en cuenta el público al que va dirigida la reseña. Se debe delimitar por edades, sexo, gustos, entre otros factores específicos. Estos son útiles para llegar al público adecuado, pues si se está recomendando un libro juvenil, el objetivo serían adolescentes en lugar de adultos.
- El título es una parte clave de la reseña. Un título interesante despertará el interés de los lectores. Eso, aunado a una introducción llamativa, los enganchará para terminar de leer.
- Se recomienda organizar los temas y subtemas que resulten interesantes y relevantes del libro. No solo se trata de los acontecimientos principales; hay muchos elementos que se pueden abordar. Algunos ejemplos pueden ser la trama, los personajes, la estructura, el ambiente, la narración, entre otros.
Ahora bien, teniendo en claro lo anterior, se puede comenzar a escribir.
- Es necesario que tomes apuntes. Esto es para recabar la información que quieres comunicar al lector. Puedes apoyarte de una lluvia de ideas. Lo importante es tener un registro de la información; la memoria sirve, pero no es un método confiable.
- Comienza con los datos bibliográficos. Estos son: autor, título, año, editorial. En el caso de reseñas literarias (es decir, de libros narrativos) puede ser importante mencionar si el libro pertenece a una saga y, asimismo, el número de libro correspondiente. El número de páginas tampoco puede faltar.
- Escribe el inicio y el final del libro. Venga, no te preocupes por el spoiler. En muchas ocasiones, el párrafo inicial de un libro habla mucho sobre la historia; es un momento importante, pues se trata de el comienzo de la aventura que estará viviendo el protagonista. Del mismo modo, el final es una parte importante del libro. Existen inicios y finales memorables... y vamos, que no siempre tienen información relevante del contenido que pueda arruinar la historia.
- Puedes añadir frases de los personajes y el autor. A ver, ¿cuántas veces no nos ha quedado grabada un diálogo de uno de los personajes? ¿O quién no ha sentido una punzada en el pecho cuando una oración le ha calado de forma personal? Las frases son expresiones que funcionan no solo para escribir la historia, sino para reflejar el pensamiento del autor.
- Los personajes son parte de la historia. Recuerda que no pueden quedarse de lado: escribe algo de ellos. ¿Quiénes son? ¿Cómo se describen? ¿Qué papel cumplen en la trama? ¿Cómo se sienten al leerlos? ¿Están bien estructurados? ¿Son personajes creíbles? Eso es fundamental a la hora de escribir, pues si bien no son la historia per se, ayudan a construirla.
- ¿Cuál es el tema? Cabe aclarar que el tema no es el género, sino pues... la temática. Por ejemplo, sabemos que después de siete libros y una batalla contra El Que No Debe Ser Nombrado, el tema de Harry Potter es el amor (vamos, que también te lo repiten en todos los libros). En El Señor de los Anillos, un tema podría ser la batalla entre el bien y el mal, por decir. Poder identificar el tema permite un aspecto muy enriquecedor para uno como lector: puede relacionar el texto con la vida social. Es decir, que si Harry Potter no hablara del amor sería solamente un niño con magia, y no tendría chiste, ¿no?
- No olvides escribir sobre el autor. Sin él, no habría obra. Por tanto, claro que merece un espacio en la reseña, ya sea para exponer una pequeña parte de su biografía.
- Tu argumento no puede faltar. Por lo general, se incluye al final de la reseña tal cual, o bien puedes insertarla a medida que abordas los diferentes temas a tratar. En caso de lo segundo, puedes afianzar tu argumento con una conclusión en donde expreses tu impresión general del libro. Algo que puedes incluir es qué sentimientos te ha despertado, las emociones que ha movido, los aprendizajes que te dejó. Esto sirve, además, para poder conectar con el resto de los lectores.
- Relaciona el libro de la reseña con otros. Venga, que como se dice por ahí, no son islas aisladas. Pueden estar, o bien conectados a través del autor, o bien gracias al tema. Por ejemplo, Percy Jackson y los Dioses del Olimpo se relacionan con Las Crónicas de Kane porque, al final de cuentas e independientemente de que hayan sido escritos por el mismo autor, se trata sobre la lucha del bien contra el mal y del descubrimiento de identidad. Además, también pueden relacionarse con otros libros del mismo género, pues esto al final es justamente lo que los integra en un mismo grupo.
- Ahora si, la recomendación. No es hasta después de haber escrito sobre personajes, tema, trama, reflexiones y demás que puedes incluir tu recomendación. Esto es para que los lectores sepan en qué te estás basando para hacerla. Tampoco tengas miedo para expresarte: si un libro te hizo sentir que perdiste el tiempo (ejem, Nada es para siempre, jem), ¿por qué no decirlo? A lo mejor y evitas que alguien pase por lo mismo.
Como recomendación final, recuerda que la lectura del libro tiene que ser siempre respetuosa. Espero que este artículo haya sido de utilidad. Puedes dejar tus comentarios haciendo sugerencias sobre algún libro específico (aunque no prometo leerlos), o bien, por si te interesa enviar las tuyas.